Los profesores marroquís Mustapha Handar y Ahmed Oubali, traducen al árabe y al francés la obra de la escritora Nuria Ruiz.

La obra lírica de Nuria Ruiz Fernández ya está traducida, al francés por el profesor Ahmed Oubali y al árabe por el profesor, Mustapha Handar. Pronto estará editada en su versión trilingüe y se presentará en España y en Marruecos.

PORTADA BITÁCORA4
A continuación una reseña por Ahmed Oubali y traducción de algunos poemas:

«El lector se sentirá impresionado desde los primeros versos por la situación comunicativa en la que se enmarca esta maravillosa obra poética donde Nuria Ruiz utiliza la forma del zéjel para narrarnos una sobrecogedora historia de amor y desamor que ubicas entre las dos orillas, Algeciras y Tánger, representadas respectiva y metafóricamente por la narradora y su pretendiente.

Ruiz utiliza de forma innovadora el zéjel: recurre a la estructura estrófica asonantada del zéjel clásico pero la combina magistralmente con la rima suavizada del romance narrativo, sintetizando así las dos tesis antagónicas clásicas del género: la teoría silábica acentual que proclama el predominio del acento por encima de las leyes de la cantidad en las sílabas y la teoría cuantitativa que proclama la pervivencia métrica en el zéjel.

El argumento: Se trata de un drama sentimental donde la narradora es víctima de traición, frustración y humillación por parte de su pareja. Para olvidar su pesadilla abandona Algeciras, lugar de su desdicha, rumbo a Tánger donde la espera un nuevo amor, el verdadero. Durante el viaje, evoca la travesía, sus decepciones sentimentales y sus esperanzas en un futuro mejor. El tema es clásico en la poesía pero está tratado de forma novedosa y vanguardista porque a través de treinta zéjeles, la autora reanuda con los grandes mitos amorosos que jalonan los avatares de las relaciones entre las dos orillas, Algeciras y Tánger, Marruecos y España.

La autora es experta en describir y expresar, mediante la voz poética, los sentimientos y las emociones de soledad, la tristeza, la melancolía, el temor, la angustia, el amor, el desamor y la añoranza de tiempos mejores. El estilo es distintivo porque logra hacer del poema, su Bitácora, un acto narrativo fundamental, contando hechos notables, episodios autobiográficos, escenas entrañables. Pero donde más innova es cuando alterna diversos códigos poéticos. Mediante la poesía de la experiencia expresa peripecias vitales de su vida y hechos anecdóticos reales. Mediante la poesía de corte realista, plantea la denuncia de problemas sociales observados en el país vecino, utilizando incluso un tono reivindicativo. Y por último y dentro de la tendencia modernista o simbolista la autora describe ambientes fantásticos  de ensueño y asuntos mitológicos característicos de las dos orillas.

La Bitácora es un poemario que gusta mucho porque Nuria Ruiz, como poeta innata, ha escrito sobre el amor con total sencillez, tacto e inteligencia.
Creo que este poemario continuará siendo uno de los poemas de amor más bellos jamás escritos hasta ahora en forma de zéjel; en el que uno puede pararse a pensar sobre el amor y ver cómo este sentimiento es capaz de transformarnos en personas humanas, demasiado humanas. Parece increíble que necesitemos de este sentimiento para poder subsistir y soportar la levedad del ser, y Nuria Ruiz sabe hablarnos de ello, sobre todo en situaciones tan difíciles como la distancia que separa orillas y la cultura que margina a mentes.

Nuria Ruiz hace de la tolerancia el eje del amor, por eso es, en su Bitácora, el tema que más nos atrae, nos seduce porque por ser descrito por la autora, es algo tan bonito y difícil de olvidar. Habla en definitiva de la desgarrada búsqueda de la felicidad, del anhelo de trascendencia, de la fuerza que nos lleva más allá de nuestra humillada y equivocada vida sin el amor. Nuria describe ese noble sentimiento con un dominio excepcional del lenguaje y de la tradición literaria, la del Zéjel. La lectura de este poemario provocará en el lector una multitud de sensaciones y emociones que por fuerza le llevarán a la reflexión y a un mayor conocimiento de sí mismo y del otro.
Ello demuestra sin duda alguna la condición creadora de su autora.»

EL BARCO

El barco cruzará el estrecho

y mi corazón irá en él maltrecho.

 En la cubierta las estrellas

me observan, las más bellas,

para decirme que sola estoy con ellas.

Por fin el billete está hecho.

El barco cruzará el estrecho

y mi corazón irá en él maltrecho.

 En la proa un delfín

me guía por fin

a Marruecos y su confín.

Por fin el billete está hecho.

El barco cruzará el estrecho

y mi corazón irá en él maltrecho

المَرْكب

 المَرْكب لِلْمَضْيَقِ عَابِرٌ

وَ قَلْبِي عَلَى مَتْنِهِ مُنْكَسِرٌ.

 وَ أنَا عَلَى ظهْرِ المَرْكَبِ

تَنْظُرُ إلَيَّ أفْتَنُ النُّجُومِ،

قَائِلةً لي بِأنَّهَا رَفِيقَتِي فِي وَحْدَتِي.

 أخِيرًا تَذْكِرَةُ السَّفَرِ جَاهِزَةٌ.

المَرْكب لِلْمَضْيَقِ عَابِرٌ

وَ قَلْبِي عَلَى مَتْنِهِ مُنْكَسِرٌ.

أمَامَ المَرْنَحَة يَسْبَحُ دِلْفِينٌ

لِيَكُونَ لِي مُرْشِد

إلَى تُخُومِ المَغْرِب.

 أخِيرًا تَذْكِرَةُ السَّفَرِ جَاهِزَةٌ.

المَرْكب لِلْمَضْيَقِ عَابِرٌ

وَ قَلْبِي عَلَى مَتْنِهِ مُنْكَسِرٌ.

LE  BATEAU

Le navire traversera le détroit

et à bord, mon cœur brisé.

Sur le pont, les étoiles

m’observent, les plus belles,

m’assurant que je ne voyage plus seule.

                                                Enfin le billet est prêt.

Le navire traversera le détroit

et à bord, mon cœur brisé.

                                              À la proue, un dauphin

me dirige enfin

au Maroc et ses confins.

Enfin le billet est prêt.

Le navire traversera le détroit

et à bord, mon cœur brisé.

 

ME DESPIDO

En la cubierta sentada

me despido de todo y de nada.

 Huyo del pasado,

para encontrar a tu lado

el amor que me has brindado.

 Las olas me ofrecen su mirada.

En la cubierta sentada

me despido de todo y de nada.

 Entre el puerto y la medina,

en sus playas de arena fina,

te buscaré en cada esquina.

Las olas me ofrecen su mirada.

En la cubierta sentada

me despido de todo y de nada.

الوَدَاع

وَ أنَا عَلى سَطْحِ السَّفِينَةِ أجْلِسُ

أُوَدِّعُ كُلَّ شَيْءٍ وَ لا شَيْءَ أُوَدِّعُ.

مِنَ المَاضِي أهْرُبُ،

لِكَيْ بِجَانِبِكَ أجِدُ

مَا أهْدَيْتَنِي إِيَّاهُ مِنْ حُبُّ.

 نَظَرَاتُهَا إِلَيَّ الأمْوَاجُ تُوَجِّهُ.

وَ أنَا عَلَى سَطْحِ السَّفِينَةِ أجْلِسُ

أُوَدِّعُ كُلَّ شَيْءٍ وَ لا شَيْءَ أُوَدِّعُ.

 بَيْنَ المِينَاءِ و المَدِينَة،

فِي شَوَاطِئِهَا ذَاتُ الرِّمَال الرَّقِيقَة،

سَأبْحَثُ عَنْكَ فِي كُلِّ زَاوِيَة.

 نَظَرَاتُهَا إِلَيَّ الأمْوَاجُ تُوَجِّهُ.

وَ أنَا عَلَى سَطْحِ السَّفِينَةِ أجْلِسُ

أُوَدِّعُ كُلَّ شَيْءٍ وَ لا شَيْءَ أُوَدِّعُ.

JE PRENDS CONGÉ

 Assise sur le pont,

je prends congé de tout et de rien.

 Je fuis le passé

pour trouver à tes côtés

l’amour que tu m’as donné.

 Les vagues m’offrent son regard.

Assise sur le pont,

je prends congé de tout et de rien.

 Entre le port et la médina,

sur ses plages de sable fin,

je te chercherai dans chaque recoin.

Les vagues m’offrent son regard.

Assise sur le pont,

je prends congé de tout et de rien.

Deja un comentario. Gracias.