Artículo de opinión para Onda Cero Algeciras por Nurya Ruiz.
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ARTÍCULO: ASÍ ANDA EL PATIO. 29/06/16
Acabamos de cerrar un ciclo: se terminó la primavera, finalizó la feria de Algeciras, Inglaterra aprobó el Brexit, en España pasamos por las urnas por segunda vez en menos de seis meses y nos encontramos de nuevo a las puertas de un verano lleno de incertidumbres políticas en el panorama nacional y europeo y sobre todo, incertidumbre en los hogares. Dicen que para dentro de 10 años muchas carreras de las que nuestros jóvenes estudian hoy en día, desaparecerán. España además aparece casi de los primeros en el ranking de baja calidad en el sistema educativo, nuestros jóvenes están desorientados a la hora de elegir entre estudiar o trabajar, y las familias de clase media se las siguen deseando para llegar a fin de mes.
En el meridiano del 2016, con la entrada del verano parece que queda menos para salir del túnel, o al menos eso dicen. La esperanza, claro, es lo último que se pierde. De todas formas si vemos el lado positivo, cuando existe un túnel es porque hay salida, aunque esa salida sea retroceder y desandar lo andado. O lo que es lo mismo, desaprender para aprender de nuevo. Olvidar para volver a conocer. Mirar hacia atrás para saber qué podemos encontrar por delante.
Sí, amigos, ha llegado el verano y parece que los problemas aflojan un poco la soga. Los niños sin colegio, el sol, la playa, los anuncios de viajes, los programas de los mejores hoteles, los bares con aire acondicionado a rebosar de gente, los conciertos de verano, los mosquitos, el viento de levante que refresca por las noches, el poniente que adormece los sentidos a medio día, los caracoles y el tinto de verano. Las camisas de flores, los pantalones cortos, los escotes, los bikinis brasileños, la tortilla de patata en la arena y la sombrilla de colores que buscan hueco en la orilla.
Mucho trajín para tener que estar pendiente de lo que se cuece en la Comunidad Económica Europea, eso sí, pero ¡que el Peñón no nos lo quiten! que lo dejen como está, que la “carne combí” se nos va a poner por las nubes, que el queso de bola no sabe igual comprado en el Carrefour, que al final de todo, nos gustan las colas ¡córcholis! Lo bien que se lo pasa una en el coche con la calor, dos horas esperando para que después no te miren ni el carnet.
Sí, amigos, mucho trajín para tener que estar pendientes ahora de lo que se cuece también en Madrid, que si al señor de las gafas que nos guiña un ojo cuando nos habla en la tele, nadie le quiere dar cariño. Que si el guapetón va regalando sus claveles a ver quién se los compra más barato, mientras Susana da de comer chocolate y turrón y bolitas de anís. Que, los de las coletas al viento, andan alicaídos por las esquinas buscando a quien echar la culpa de lo que pudieron ser y no fueron y juran por Dios que no volverán a pasar hambre. Y qué decir del “boy” de pantalones de pinzas ajustados y camisa ciñendo musculatura con cara no haber roto nunca un plato, que se ofrece para hacer un “menage a trois” porque no quiere quedarse compuesto y sin novia.
Así anda el patio, amigos, con mucho polvo y la casa sin barrer, mientras los españolitos de a pie abrimos la hucha que nos regalaron en Navidad y contamos los euros a ver si cuadran para un hotelito, aunque sea de dos estrellas, dos días, cerca de la playa.
Mucho trajín este verano amigos míos, así que os aconsejo guardar en las maletas vuestros mejores libros y leer, leer, y leer, porque como decía Benedetti: “Cinco minutos bastan para soñar toda una vida, así de relativo es el tiempo”