La firma de Nuria Ruiz Fdez. para Onda Cero Algeciras en su tercera temporada como articulista.
Con la crisis, muchas personas mayores se han convertido en el sustento de sus hijos y nietos, lo que puede pasar factura a su salud.
Hay quienes están deseando jubilarse para descansar y dedicarse a actividades de ocio y quienes, a pesar de estar jubilado, no tienen más remedio que trabajar para llevar un dinero extra a la casa porque la pensión de jubilación no les llega a fin de mes.
De hecho, hay personas con más de 65 años que continúan ejerciendo un trabajo porque para ellos lo prioritario y la necesidad son los ingresos extra.
Un 30% de las familias en España se mantienen solo gracias a las pensiones de los jubilados y la calidad de vida de las personas mayores se ha deteriorado.
Según Jacob Serfaty, de la Junta Directiva de la Unión Democrática de Pensionistas, dice que “existen muchos tipos de pensiones, pero unos cuatro millones de personas cobran una pensión muy ajustada a lo que sería una vida digna».
La crisis afecta a la salud psicológica y física de las personas mayores. En una edad en la que deberían poder disfrutar de su jubilación, muchas personas se ven obligadas a asumir demasiadas responsabilidades como el cuidado continuo de los nietos (los abuelos españoles son los que más cuidan a los niños de sus hijos en toda Europa), sufren directamente las consecuencias de la crisis económica en su bolsillo porque han perdido poder adquisitivo o se ven en la coyuntura de hacer frente a nuevos gastos, como la manutención de sus hijos.
A pesar de que son un colectivo vulnerable, cuidan de los nietos, avalan inmuebles y ayudan económicamente a los demás. Son un pilar familiar y no se pueden permitir ser frágiles, ya que sustentan cargas importantes, aunque no estén capacitados para ello.
Mucha culpa de todo ello la tenemos los hijos, vemos a nuestros padres como si el tiempo no pasara por ellos y los sobrecargamos de responsabilidades sin darnos cuenta que le estamos robando parte de su salud.
A veces un abrazo, un gesto de agradecimiento, una llamada de teléfono al día o un estar pendiente de sus males (de los que poco se quejan) pueden ayudarles a tener una vejez más placentera o por lo menos sentirse recompensados por el esfuerzo.
Mi padre tiene 75 años, aún hoy sigue luchando porque a fin de mes no falte de nada. Mi madre sigue siendo sus pies y sus manos para él y para toda la familia. Pocas veces les he agradecido todo lo que han hecho y siguen haciendo por nosotros.
Por eso hoy quiero regalarles, con este artículo que les dedico, los últimos versos del poema No te rindas de Mario Benedetti:
Porque cada día es un comienzo nuevo,
Porque esta es la hora y el mejor momento.
Porque no estás solo, porque yo te quiero.
Interesante articulo Nuria. Enhorabuena
Me gustaMe gusta
Interesante articulo Nuria. Felicidades
Me gustaMe gusta
Gracias amigo, que venga el cumplido de un buen periodista como tu, me alegra muchísimo.
Me gustaMe gusta
Nuria, me parece muy bonito que hayas agradecido a tus padres el esfuerzo. Creo que todos nosotros deberiamos hacer lo mismo.
Me gustaMe gusta
Gracias. Carmen
Me gustaMe gusta