La teniente de alcalde delegada de Cultura, Pilar Pintor, presidió el pasado 27 de noviembre, en el salón de actos del centro asociado de la Universidad Nacional de Educación a Distancia, la presentación de Mar de azogue, el nuevo poemario del profesor y escritor José Juan Yborra.
En esta cita literaria acompañaron a Yborra: el director del centro asociado de la UNED de Algeciras, Octavio Ariza, el director del Centro Andaluz de las Letras, Juan José Téllez, el cronista oficial de la ciudad, Luis Alberto del Castillo, además del concejal delegado de Fomento Económico y Empleo, Diego de Salas.
El autor, subdirector de la UNED en Algeciras, Jose Juan Yborra, cuenta ya con una dilatada trayectoria en lo que a publicaciones se refiere
En Mar de Azogue, su primer poemario, lleva el prólogo de Caballero Bonald y como explica el autor » el título responde a un sintagma con el que ha querido construir un símbolo que es lo que más le preocupa expresar: el azogue es el mercurio con el que el simple cristal se convertía en un objeto mucho más sugerente como es un espejo, cuya función no es sino reflejar la realidad». Siendo ésta una de las claves de la obra, «el reflejo, el arte es lo que nos ayuda a sobrevivir».
Explica Yborra que este libro no es un antojo u ocurrencia fruto de los años o la experiencia, sino el resultado de una necesidad imperiosa por escribir. «No entiendo la poesía como algo sublime, sino como una exigencia«. El libro está formado por unos 140 poemas que escribió en apenas quince días de insomnio y de absoluto arrebato creador. Si bien, luego pasó por un proceso de reflexión y forma. «Lo que he querido transmitir es el menester de expresar el deseo por ir más allá de una realidad plana».
Reconoce que contar con el prólogo de Bonald, Premio Cervantes de Literatura de 2012, es un honor. «Se trata de un escritor al que admiro y debo mucho».
Yborra lleva ya más de treinta años dedicado al mundo de la investigación y la crítica literaria. Ha publicado una media docena de libros y más de medio centenar de artículos; sin embargo, no le había tentado la creación. «Es ahora, con una edad y una vida jugosamente exprimida, cuando parece que le ha llegado el turno a la poesía».
Un día después Yborra agradeció a todos su presencia en el acto: «Gracias a todos los que me acompañasteis ayer en la presentación de mi primer libro de poemas y a los que en espíritu estabais sin estar. Creo que pasamos una buena tarde. Para mí, fue de las que no se olvidan, de las que la memoria no necesita reinventar. Sus recuerdos dan sentido a la vida.»